En
el verano las vacaciones, los viajes, la playa, las actividades al aire libre y
las fiestas nos dejan poco tiempo para cocinar. Los que no tienen vacaciones ni
viajes ni playa ni fiestas; los que trabajan, lo tienen todavía peor.
Estos deben que aguantar la faena, los rigores del clima y, si tienen
hijos pequeños, les tienen que soportar las veinticuatro horas del día o mirar
a ver cómo los colocan.
En
consecuencia; si no nos espabilamos, las
comidas acaban siendo un desastre.
A
los primeros, si les gusta lo bueno de la vida también les gustará comer
bien. Y no nos engañemos; comer fuera de casa a diario no es comer bien.
Y
para los segundos, pobres criaturas que sobrellevan sus aperreadas vidas y a
veces tienen que aguantar a los que huelgan, es una cuestión de
necesidad la de alimentarse para llevar a cabo su necesaria tarea.
En
estas condiciones más que el tiempo y los medios para preparan el avío son
necesarias las ideas; saben dar con las recetas precisas para tener en poco
tiempo o de antemano preparada comida sana, sabrosa, completa, refrescante y
tentadora.
Creo
que el salpicón de pescado y marisco cumple todos los requisitos enumerados y
es una buena solución para matar el hambre y algo más en estas jornadas
veraniegas. Ahí dejo una muestra para que el lector juzgue.
Solo
me queda reiterar que cuanto mejores sean los ingredientes mejor será el
resultado.
Adiós… que tengo mucho que hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario