sábado, 14 de noviembre de 2015

Patatas fritas

Mucho se oye hoy  de los derechos de los niños, pero  nadie quiere hablar del derecho a que les frían patatas. No hay nada comparable a unas patatas fritas en casa y servidas de inmediato. De las que se comen en restaurantes de comida rápida o de servicio lento mejor no hablar.
Niños:  reivindicad vuestro derecho a que os frían patatas en la cena.
Si a vuestros padres se las frieron ¿Por qué no hacen lo mismo ellos para vosotros?.
 ¡Tenéis derecho!
Es loable cómo algunas abuelas cumplen ocasionalmente con el precepto  ante la inhibición de una generación perdida, ojala sirva al menos para que se mantenga viva la sana, económica  y deliciosa tradición.
Freír patatas no tiene ningún misterio, los más indocumentados pueden encontrar en internet  información sobre aceites y formas de cortar.
Mi consejo: resulta muy útil cortar las patatas y depositarlas en un escurridero de metal donde  van escullando mientras esperan a ser freídas, lo  que eliminará el excedente de agua de lavarlas y  cortarlas y evitará las salpicaduras de  aceite. Todo ello facilitará mucho el trabajo. No hace falta una freidora, una buena sartén es lo perfecto para el mejor resultado.

¡Ahora no hay excusas que valgan!

No hay comentarios:

Publicar un comentario