domingo, 28 de febrero de 2016

El cocido

Según refiere Clarín, en los tiempos de la Regenta las familias principales  almorzaban sopa, cocido, principio y postre;  los médicos todavía no hacían análisis y se temía más morir de hambre que harto. Hoy todavía, en algunos restaurantes de batalla en Palomares se mantiene esta tradición de los cuatro platos a un precio económico para quien sepa disfrutarlo.
El cocido de garbanzos, hoy en día convertido en un plato de referencia en los restaurantes más chic de la capital, ha llegado a ésto procedente de las casas de buena despensa de las Vetustas de antaño,  pasando por las fiambreras de albañil de la madre y de la hermana, que en la última  posguerra cantara  Pepe Blanco, el taxista riojano.
- Pero,  ¿quién se come hoy un cocido conforme a los estrictos cánones , disfrutando de todos sus componentes sin rigurosa continencia y sigue funcionando?
–Bueno,  yo conozco a dos que lo hacen.
- No, pero me refiero a gente solvente, con cabeza,  de los que tienen responsabilidades, de los que sacan el país adelante.
-Nadie, por supuesto.
- ¿Vamos a renunciar por esto a disfrutar de vez en cuando del cocido de garbanzos?      
 -Tampoco es necesario, tendremos que adecuarlo a la dieta actual y, cebando bien la olla,  resultará un buen menú de sencillísima elaboración para un día de fiesta y un maná para los días venideros del que, sin esfuerzo, obtendremos  excelentes sopas,  platos de verduras,  revueltos de carne, ropa vieja, garbanzos con callos, garbanzos a la vinagreta … Y todo con un mínimo de trabajo en la cocina.

Reciclarse o morir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario