jueves, 11 de febrero de 2016

Ajo crujiente

El ajo, verdura y condimento, es un aderezo imprescindible en gran parte de los platos de la cocina española y convidado ocasional casi en el resto. No es  un invitado discreto, pues suele hacerse notar, no digamos para las personas que vienen de lugares donde  su consumo  no es habitual.
Como todo en la vida, nada por muy bueno que sea es sempiterno y  opino que  el uso del ajo en cualquier plato por sistema es un error y embrutece el paladar ocultando   parte del sabor de otros  alimentos. Por ejemplo , por muy bien que case el bacalao con nuestro alimento del día, sería un atropello poner ajo en un bacalao al horno con cebolla.
También hay que huir como de los gorrones de aquellos que consumen habitualmente ajo crudo para alargar un poco su vida a costa de amargar y atufar la de los demás.
Presento hoy una forma muy sencilla de aderezar con ajo crujiente algunas verduras o guisos .  Suele presentarse en láminas, pero yo lo prefiero majado. No es necesario el almirez,  que se suple aplastando el diente con la hoja de un  buen cuchillo de cocina ancho. Se pasará después por el aceite a fuego lento y listo.
No cualquier ajo vale para esto. Al tratarse de un alimento perecedero y una semilla ( un ser vivo), el ajo evoluciona perdiendo las mejores cualidades camino de la germinación o de su consunción. El momento ideal para su consumo, sobre todo de esta manera, es el más próximo a su recolección, pues reventará mejor bajo el cuchillo,  su sabor será más rico y su digestión más fácil.


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