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Cuanto
más enmarañada sea la urdimbre, sabremos más, nuestros razonamientos serán más
elaborados y certeros y cuando venga la decadencia y el declive, la
mengua será más lenta y la pendiente menos escarpada.
El
trato con gentes variadas, la lectura, la contemplación del arte en sus
diversas formas, los viajes y, en general, la actitud abierta y receptiva
favorece el enriquecimiento intelectual. Las experiencias molestas,
adversas u odiosas, aunque desagradables, son también fructíferas, pues
perfilan los contrastes y los relieves que permiten un mejor desenvolvimiento
en variadas dimensiones.
La
comida, siendo una parte básica en la vida, es también determinante
fundamental de la misma. No solo en lo que comemos sino también en cómo lo
consumimos.
La
cocina y la mesa han tenido una influencia muy importante en el desarrollo de
nuestra civilización y el grado de conocimiento de los productos y las técnicas
de elaboración es un indicador de cultura y desarrollo personal. Manejar tales
conocimientos en beneficio propio demuestra superior inteligencia.
Ahora
que viene la Navidad, hagamos buenos propósitos y cumplámoslos en el año nuevo.
Vamos a interesarnos por lo que comemos, mejoremos nuestras técnicas,
experimentemos con nuevos productos, variemos, consumamos más cosas en menos
cantidad, enriquezcamos nuestras dietas, planifiquemos para tener tiempo para
disfrutar de las comidas y hagamos, en fin, un placer de la
necesidad. Nuestros cuerpos y nuestras mentes nos lo agradecerán.
Como
siempre, para estas fiestas que vuelven os recomiendo una plato que se sale un
poco de lo habitual.
Por
aquí un restaurante ha hecho fortuna mezclando pulpo con marisco.
El éxito consiste en ponerlo un nombre pomposo para parecer que has inventado
algo y así acuden en masa los que tienen que ir a probarlo todo.
Esta
es mi versión: se cocina el marisco como si fuesen unas almejas a la marinera y
se añade el pulpo ya cortado y cocido. Un toque de pimentón y listo.
Si
el marisco es bueno y no lo pasas de cocción saldrá un buen plato, si bien, yo
prefiero un plato de pulpo y otro de marisco.
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