Que lo elegante ha de ser sencillo, no es que lo diga yo;
lo dice la Real Academia. Lo vistoso puede ser atractivo, llamativo e
incluso precioso; pero no elegante.
Si lo que buscas es algo fino, distinguido u original
tienes que ir sin excusa a lo sencillo sin renunciar a lo agradable y lo
valioso.
En cocina el salmón en papillote es una receta que se
puede calificar como elegante: sencilla, sana, sabrosa, suave, agradable y
bonita. Y, por si fuera poco, tiene un nombre gracioso, copiado del
francés, que significa en
papel.
Es muy fácil de hacer: poner las verduras debajo del
salmón al horno cubiertos de papel de horno o de aluminio o de unas bolsas que
venden para hornear.
La grasa del pescado se repartirá por todo el alimento
resultando un plato suave, agradable y delicado.
Y no digo más, que ya he dicho bastante.