lunes, 30 de noviembre de 2020

Quesos

 La oferta de quesos hoy en día en las estanterías de los supermercados es creciente y la variedad a nuestra disposición es atrayente. Se puede decir que la diversidad es tan extensa en orígenes, sabores y elaboraciones que está llegando a igualar o superar a la de vinos o embutidos.

Entre tanta variedad no será difícil encontrar algo interesante, incluso, para los más reacios al producto lácteo.

Los quesos, digámoslo en plural mejor, se pueden llegar a disfrutar mucho pero requieren  tiempo y  conocimiento.

Para saber y disfrutar de de los quesos solo es preciso que alguien los compre, los guarde refrigerados en condiciones adecuadas y los vaya sirviendo trocito  a trocito de forma que a la hora de consumirlo se encuentren a temperatura ambiente. De otra forma no se aprecian debidamente sus cualidades.

No conviene comprar ni servir más de cuatro o cinco tipos de queso a la vez para no juntar demasiados sabores y que se mantengan bien conservados pues,  incluso en el frigorífico, los quesos más blandos pierden pronto sus cualidades una vez abiertos.

Se van saboreando de los más suaves a los más fuertes y siempre se remata con los azules si les hubiera.

El pan siempre a mano y un buen aceite de oliva virgen no le hace mal por la mañana. Un poco de dulce de membrillo en la merienda o  para rematar la cena va bien también.

Disfrútese con moderación.