lunes, 28 de septiembre de 2020

Patatas

 A veces nos queremos dar un capricho, tener el gustazo o simplemente tememos quedar entre los excluidos y nos gastamos un dineral o hacemos un viaje o nos tomamos unas cuantas molestias para probar una carne, un fruto de la tierra o un preparado diferente o novedoso.

La gente se complace en ampliar el horizonte de su experiencia gastronómica y culinaria pero, con frecuencia, descuida el conocimiento profundo de los alimentos más corrientes y ordinarios. La gama de matices, la variedad y el repertorio de posibilidades que nos ofrecen los alimentos más consumidos es algo que cualquiera que presuma de competencia  en la materia debe conocer.

Cada fruta y cada verdura tienen su mejor época y ahora estamos en el momento de la patata.

Este humilde alimento para mucha gente no es más que eso; patata. Para estas personas no me molesto yo en escribir.

En cambio, los que les  gusta saber lo que se llevan a la boca  y aprecian el conocer lo que les rodea y distinguir los matices, habrán notado que la patata en este tiempo es un producto más sabroso y de mejor calidad.

Hemos superado ya el verano donde la oferta de “patata nueva” nos trae a un alto precio el producto de un cultivo acelerado a base de agua, calor y abonos que si no se consume rápido se malogra.

La patata, siendo un alimento de fácil conservación, requiere unas condiciones mínimas para mantener sus cualidades con el paso del tiempo y el transcurso de los meses, incluso en las mejores condiciones, va desmejorando el producto.

Pues en este momento encontramos una patata nueva cultivada en un ciclo largo que no ha soportado los inconvenientes de la conservación que a veces son muy nocivos como el frío y la luz o los tratamientos antigerminantes.

Ahí están, aprovecha el momento.