martes, 21 de abril de 2020

Tortilla de espárragos trigueros

 
En estos tiempos de peste y calamidad no faltan paradojas como siempre en la vida.
Cuando más de quinientos muertos en un día se da como buena noticia, cuando se prometen más gastos sabiendo que los ingresos están mermando y cuando hay gente que encuentra oportuno  ultrajar a los que nos curan y nos dan de comer, algo huele a podrido en este potaje.
Se habla mucho de los males que nos viene después de la plaga y de lo mal que vamos a vivir; pero,  como de todas las desgracias siempre se aprende algo, siempre el mal trae algún bien y viceversa.
Lo que venga, sobre todo lo que sea para bien, no será gracias a los que dicen que nos protegen. Las únicas ventajas que sacaremos de esto será lo que cada uno logremos aprender de la desgracia y el infortunio y de los recursos propios que seamos capaces de juntar y explotar.
El conocer y comprender mejor el valor relativo de lo que tenemos y  saber sacar el  máximo rendimiento de nuestros recursos remanentes será el provecho que obtengamos de esta calamidad.
Comer es una de las primeras necesidades que afronta a diario el ser humano y hacerlo dignamente puede que deje de ser un problema resuelto pronto para algunas familias. Permitirse un capricho se va a poner un poco más difícil y más aún que te lo sirvan con las limitaciones que vienen para los próximos meses pero  no cabe duda de que  el que tenga buena bolsa disfrutará del entresaque.
Para los que quieran darse un capricho con casi nada y disfrutar de un manjar cualquier día de la semana yo les recomiendo una tortilla de espárragos trigueros.
Yo he perfeccionado esta receta recientemente pues antes solo salteaba los brotes antes de hacer el revuelto o la tortilla y el resultado no era destacable. Ahora los dejo en la sartén tapados a fuego lento hasta que queden muy tiernos.
Después de haber probado la tortilla y el revuelto de  tagarninas el verano pasado en Andalucía,  me di cuenta de que el secreto estaba en que la verdura estuviese bien pasada y, como aquellas son difíciles de conseguir, encontré en los espárragos trigueros un digno sustituto.
Se encuentran congelados a muy buen precio y, bien preparados, es un manjar que no cansa.