viernes, 28 de octubre de 2016

Nachos con carne

Para celebrar el primer aniversario de la ocurrencia presto gustoso un trampolín a mi segundo pinche, primero en afición. El aprendiz bosqueja maneras en la cocina, si bien, en la mesa presenta memorando  más propio de un mancebo que de uno de su corta alzada.
Nos presenta unos nachos con carne que tienen su mérito.

NACHOS CON CARNE
Ingredientes: Nachos, carne magra, queso tierno, cebolla, pimiento rojo y verde y guindillas de cayena (opcional).
1. Cortar la carne en trozos pequeños, rallar el queso y moler las guindillas.
2. Echar un chorrito de aceite y la carne en una cazuela o sartén.
3. Salpimentar la carne, cortar la cebolla en dados y echarla cuando la carne esté dorada junto al pimiento, que también estará cortado en dados.
4. Echar los nachos en un plato de hornear.
5. Echar la carne junto al queso en los nachos.
6. Poner el horno a 130°  y meter los nachos hasta que el queso se derrita.
NOTA: Este plato se puede acompañar con guacamole.
NOTA: Las guindillas se echan cuando la carne se está haciendo.





sábado, 15 de octubre de 2016

Huevos, agua y calor

En la vida todos nos quejamos  y,  a veces,  con razón. Se dan casos de gente que ha conseguido mucho quejándose;  incluso ha habido quienes  tras vencer en una protesta justa han pasado, ellos mismos, a suplantar al viejo  tirano sobre sus  antiguos camaradas de infortunio y queja. La protesta da para mucho más pues hay  quienes, sin llegar a dar la vuelta a la tortilla, se convirtieron  en profesionales de ella  y viven muy bien arrogándose el sufrimiento y la penuria de un grupo al que mantienen debidamente enojado para que ni abandonen ni olviden su mísera condición y la necesidad que tienen de ser defendidos.
Además, no se puede negar que la protesta continua debilita y embota el ingenio,  ignora las debilidades propias, altera la percepción de la realidad y merma las fuerzas.
Le vendría muy bien a la gente más joven echar la vista atrás y recordar a Violeta Parra (Gracias a la Vida) ,  a Nina Simone (Ain't Got No, I Got Life) y a otros que cantaron su protesta, pero también  a la esperanza y a la vida, que son los últimos reductos del abusado y el perseguido.
Por eso, si llegas un día a casa, es hora de cenar y sólo tienes  huevos en el frigorífico, no te quejes y piensa. Los huevos son una maravilla en la cocina, sin ellos muchos platos y postres de los más corrientes no existirían y, no obstante,  su más simple elaboración es un manjar. Con agua,  sal  y calor, en menos de diez minutos tienes tres posibilidades: huevo pasado por agua,  mollet o huevo duro.
Recomendaciones: deja hervir el agua antes de poner en ella los huevos;  tres, cinco o diez minutos de cocción respectivamente ( si estaban en el frigorífico) y enfriarlos con agua fría.

No te quejes tanto y empieza a funcionar.