domingo, 20 de diciembre de 2015

Sopa de marisco al estilo Gijón

Considerando las fechas que se aproximan y la fidelidad de mis tres seguidores, no puedo declinar su insinuación de que les presente un plato especial para estas fiestas.
Dentro de la cocina asturiana, la sopa de marisco al estilo de Gijón, para mi gusto, ocupa un lugar superior y solo retrocede ante la fabada cuando esta  viene con los mejores ingredientes, cosa que no ocurre a menudo. No obstante, la versatilidad de esta deliciosa sopa es una cualidad que no posee el ilustrísimo cocido.
Para conocer las virtudes de este caldo lo mejor es probarlo. En contra de lo que pueda parecer, no tiene ninguna dificultad en su elaboración. Su preparación consiste en seguir unos cuantos pasos en los que la planificación y el orden son  fundamentales. No requiere toques magistrales ni nada parecido.
Los ingredientes esenciales  los vas a encontrar en la pescadería y en la frutería en cualquier época del año y, sin duda, en estas fechas y el resultado no te defraudará. Es ideal para empezar la cena de Nochebuena y los de mayor desgana quedarán cumplidos con ella.
Si sobra algo,  al día siguiente tendrás un motivo más para llegar a casa y pillar un buen plato de sopa que te sabrá aún mejor que el día anterior.
El efecto reconfortante de este plato está por estudiar; experimentarlo está al alcance de cualquiera.
La receta… encontrarás varias por internet. Lee unas cuantas y elabora la tuya propia.



sábado, 12 de diciembre de 2015

Ratatouille

Si te encuentras en tu frigorífico con una berenjena, un calabacín, una cebolla, un tomate, un pimiento rojo y un diente de ajo, cosa que a veces ocurre, puedes hacer un pisto, y con un poco de carne o con  huevos ya tienes solventada una buena comida o una cena completa y saludable.
Ahora bien, si tienes tiempo y ganas, quieres lucirte, o simplemente ampliar tu repertorio, puedes lanzarte de lleno a la cocina francesa sin ningún riesgo con el ratatouille.
Este delicioso plato provenzal, trascendiendo  los socorridos tomates, no tiene tampoco misterios más allá de dos detalles: cortar las verduras en rodajas no muy gordas y pasarlas por la sartén por separado añadiendo nuevo aceite en cada verdura. Luego, tras haberlo ido juntando todo,  un ligero hervor y a comer. Recalentado es también perfecto, hay quien lo prefiere así.
Un consejo: ajustar con el aceite y saldrá un delicioso plato de verduras nada pesado que puede comerse como primero o de acompañamiento.
El resultado te puede sorprender.




viernes, 4 de diciembre de 2015

El botillo

Este curioso embutido del Bierzo y alrededores se ha hecho muy conocido gracias a la propaganda que de él hizo el berciano más famoso. Admito que en esto SÍ acertó.
El botillo es una solución para un buen menú familiar completo de cuando en cuando; es lucido en la fuente y en el plato, sabroso, consistente y menos graso y pesado de lo que pueda parecer.
Ante la duda de si ponerlo o no a remojo, yo prefiero lo primero; lo hará más jugoso y, después, hay que lavarlo bien. No conviene servirlo hasta que se asiente y repose, pues si se tiene que enfriar una vez abierto, quedará reseco.
Una recomendación: Cocerlo con garbanzos y hervir la berza y las patatas aparte. Una vez cocido en la olla exprés suba al coche y acuda a un monte cercano (se puede sustituir por un parque urbano si no hay disponibilidad). Paséese unas dos horas disfrutando de la naturaleza y a la vuelta, cumplido ya el segundo precepto del párrafo anterior, disfrute ya sin miedo del botillo, de su acompañamiento y de la compaña.


¡Buen provecho!