Si te encuentras en tu frigorífico con una berenjena, un
calabacín, una cebolla, un tomate, un pimiento rojo y un diente de ajo, cosa
que a veces ocurre, puedes hacer un pisto, y con un poco de carne o con
huevos ya tienes solventada una buena comida o una cena completa y saludable.
Ahora bien, si tienes tiempo y ganas, quieres lucirte, o
simplemente ampliar tu repertorio, puedes lanzarte de lleno a la cocina
francesa sin ningún riesgo con el ratatouille.
Este delicioso plato provenzal, trascendiendo los socorridos tomates, no tiene tampoco
misterios más allá de dos detalles: cortar las verduras en rodajas no muy
gordas y pasarlas por la sartén por separado añadiendo nuevo aceite en cada
verdura. Luego, tras haberlo ido juntando todo, un ligero hervor y a comer. Recalentado es
también perfecto, hay quien lo prefiere así.
Un consejo: ajustar con el aceite y saldrá un delicioso
plato de verduras nada pesado que puede comerse como primero o de
acompañamiento.
El resultado te puede sorprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario