martes, 30 de abril de 2019

Lentejas


En este blog se ha hablado de los fundamentos de la cocina hogareña española: el arroz, las patatas,  las legumbres, etc., pero las lentejas, hasta la fecha, no han tenido una consideración adecuada a su mérito. Y una reparación  ya no se puede demorar sin comprometer la solvencia del proyecto.
Reiterando las consabidas monsergas de que nos ocupamos de la promoción de la comida fácil, sana y tradicional sin cerrarnos a las innovaciones que la mejoren, no vamos a hablar aquí de potaje perfecto de lentejas y de su tiempo de cocción óptima. Hablaré del  guiso de lentejas en la olla rápida con verduras (y también de algo más, si se tercia). El que se practica en cada casa con mayor o menor mérito.
Las lentejas son, propiamente dichas, la única comida viejuna que yo conozco según tradición, y seguir los consejos que a continuación os doy es garantía de que nadie las dejará.
Respetando los gustos de cada cual, para la olla rápida no es necesario poner a remojo las lentejas. A mí me gusta que el grano quede tieso y que se note al comerlo, como el arroz, pero que el plato sea caldoso. No es lo mismo un potaje con un sabor uniforme que apreciar los matices del caldo, las legumbres y el acompañamiento. Para ello recomiendo la variedad pardina, que se deshace menos. También recomiendo una cocción ajustada; no más de treinta y cinco o cuarenta minutos.
La proporción de agua, para conseguir un buen plato caldoso,  será de cuatro de volumen por uno de lentejas, lo mismo que el arroz caldoso. El acompañamiento admite siempre ajo y a veces zanahoria, puerro, pimiento o cebolla en pequeña cantidad y no todo a la vez. Máximo dos además del ajo y en poca cantidad. Que aderecen, pero que no oculten el sabor de nuestra venerada legumbre.
Unas rodajas de chorizo (poquito o de la punta del jamón) van bien.